Asistí nuevamente, la noche del 4 al 5 de
enero, a un
“campamento astronómico” organizado por el Grupo de Astronomía L10, esta vez en Mosqueritos.
El sitio es interesante, unos 2,5 km cerro abajo, de la entrada, también unos
2,5 km rumbo a San Isidro de Pérez Zeledón, del pueblo que llamamos Empalme
(hay gasolinera). Encuentra un buen lugar para
estacionamiento de vehículos (2), un lago para botes de remo, una mediana plazoleta
para observar y colocar equipo y una docena de cabañas de todo tamaño, que se pueden
rentar.
Hubo varios telescopios y el Planetario Aventura dio tres funciones.
Mucho viento y, desde luego frío desde que llegamos (17:00) hasta que
emprendimos el regreso (6:00)
Nubes persistentes que dejaban espacios claros de vez en cuando, leve “pelo de
gato”.
Pero desde las 10 el cielo se presentó oscuro y despejado, hasta las 4:00.
Vimos Orión (¡Betelgeuse), Taurus (las Pléyades), Gemini, Auriga, Can Mayor y Can Menor,
Lepus, Eridanus, Cassiopeia, Andrómeda, Cáncer, Leo, Coma Berenices, Perseus, Virgo,
Corvus, Vela, Carina, Crux, Centaurus, y desde luego majestuosa Ursa Major y al
final su bebé, Ursa Minor.
¡Se puede ver Polaris, para alinear telescopios!
A mí me tocó ofrecer, una charla sobre “Signos
zodiacales, constelaciones y su fecha de nacimiento”, ante un público atento e
interesado. Esto fue en la cabaña principal, con café, aguadulce y pasteles.
Cuando regresamos a la plazoleta continuamos
las observaciones y precisamente como a las 23:00, cuando estábamos hablando de la
Luna; que su revolución es de Oeste a Este, y que cada día sale más tarde unos
50 minutos, uno de mis compañeros advirtió sobre un fenómenos luminoso que se
presentaba hacia el cerro por donde llegamos.
Era un arco más o menos hacia el Este (opuesto a la recta Luna-nosotros- arco), entre los árboles, de unos 60 grados de longitud , como de un dedo de ancho (medio
grado), de una coloración grisácea poco brillante pero que se podía apreciar
por lo oscuro del cielo.
Nada menos que un “arcoíris de Luna” (https://en.wikipedia.org/wiki/Moonbow), algo de lo cual
había leído, pero nunca observado. Al principio no lo identificamos bien, pero
cuando nos volvimos hacia atrás para advertir a quienes no estaban en el grupo,
y vimos la Luna al Oeste, caímos en la cuenta de que se estaban cumpliendo las
condiciones para un arcoíris:
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Fuente luminosa a poca altura (en este caso la Luna en fase poco más de cuarto
creciente (02/01; 22:45).
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Nosotros como observadores “en medio”, (ópticamente siempre centrados frente al arco).
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Foto de Allan Araya. |
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Al frente finas gotas de agua de la bruma que persistía en el cerro, las cuales producen el fenómeno de dispersión que genera el arco (en el caso del Sol, la conocida coloración).
Desde luego no tenía los colores típicos de un arcoíris producido por la luz
del del Sol (todo el espectro visible), ya que la fuente luminosa secundaria refleja
únicamente ese color grisáceo que usted le ve a la Luna.
Mi amiga
Marie Alvarado tomó una foto con su celular, espero que le haya salido algo,
por lo menos algunas sombras de recuerdo.
Por estas fechas cuando se cumplen las tres condiciones en sitios de Costa Rica
como la cordillera Volcánica Central y las alturas del Cerro Buena Vista (¡de
la Muerte!), se pueden ver arcoiris lunares. Esté atento, a lo mejor se le presenta a usted esa oportunidad. Tenga
a mano una cámara con la cual pueda tomar exposiciones de al menos varios segundos.
También se presentan con cierta frecuencia las condiciones para un arcoíris producido por el Sol. Desde luego en casi cualquier país donde usted viva.
Si tiene una foto de un arcoiris de Luna, envíela para ilustrar esta publicación.
Gracias.