martes, 11 de agosto de 2015

Vocabulario que le sugiero no usar (I. Relacionado con la Luna)

Desde luego, tómelo como una simple y respetuosa sugerencia.
Después de todo, educadores, madres y padres de familia, divulgadores y periodistas, usamos los conceptos y el vocabulario, acomodado en cierta manera a nuestra actividad personal, por lo que entonces somos responsables de lo que decimos y escribimos.

Yo soy un educador un poco tradicional, que prefiere “un conjunto mínimo de conceptos claros” para comunicarme en el campo de la matemática, de la física y de la astronomía.
Eso lo aprendí y lo aplico desde 1965, cuando lo enseñó mi profesor de Álgebra Moderna y Teoría de Conjuntos, quien luego fue presidente de Costa Rica, don J. J., como cariñosamente le decíamos.


Si abandonamos el vocabulario claro y preciso y el concepto que lo respalda, pues no solo dejamos de ayudar en el aprendizaje correcto y necesario, sino que también podemos crear ambigüedades y errores.

En los últimos años, algunos divulgadores de ciencia, incluyendo personal de NASA y otros centros de investigación, les ha dado por hablar sobre “supermoon (superluna)”, “blue moon (luna azul)”, “blood moon total lunar eclipse (luna sangrienta de…)", etc.
No sé si esto también ocurre en los países vecinos, y en el resto del mundo, pero me parece que algunos divulgadores científicos, a veces prefieren montarse en el “tren de la moda” y repetir ese vocabulario, simplemente porque vino de “Phd.’s” de afuera, de las grandes cadenas de televisión, de las revistas genéricas, de youtube, y de los “posts” de las redes sociales con miles de visitas.


Yo por ejemplo, no uso "Shooting stars (estrellas fugaces)”, “Dark side of the Moon (lado oscuro de la Luna)” y "Rabbit in the Moon (conejo en la Luna)", a menos de que esté seguro que quienes me escuchan, especialmente si son niños, comprendan la poesía involucrada, y que en caso contrario, yo esté presente para aclararla.
Esto no se puede hacer si nos comunicamos por la radio, la televisión y los periódicos, pero dejaré el comentario al respecto para la próxima publicación.

  • Superluna
    Creo que es más o menos simple enseñar que las órbitas de los planetas y los satélites (incluyendo los artificiales), son “elipses” y que desde uno de sus focos (donde se modela que está la Tierra), hasta la órbita lunar, hay un punto lejano (apogeo para la órbita lunar) y un punto cercano (perigeo).
    Que entonces en cada lunación (29,5 días) la Luna estará en algún momento en el punto lejano y más o menos 15 días después en el punto cercano, por eso a veces la vemos de mayor tamaño.

    Como el movimiento de la Luna alrededor de la Tierra está afectado por la Tierra misma y el Sol, las condiciones de las  revoluciones no son exactamente idénticas (“nada se repite en el universo”), por eso en algunas oportunidades el perigeo es un poco más cercano y entonces, si coincide con la fase de luna llena, tendremos la oportunidad de ver ésta de mayor tamaño.
    Pero no crea que la diferencia es mucha, sólo un 12 %, que el ojo no entrenado no distingue, sola la fotografía.

    Claro, ahora que terminé de escribir, veo el punto opuesto; decir la palabra hueca “superluna” nos evita la fatiga, como decía Jaimito el cartero.

    A propósito, tenemos cientos de años de enseñar el círculo en las escuelas. ¿Nos daría una hemorragia si enseñamos también la elipse?

  • Luna azul
    El calendario, sea cual sea, es una decisión humana arbitraria, que no afecta a la naturaleza, a la inversa sí.

    El calendario gregoriano que usamos tiene meses de 28, 29, 30 y 31 días, establecidos por una decisión de alguien, que acordamos seguir.

    La naturaleza de la órbita de la Luna, hace que entre dos lunas llenas seguidas haya aproximadamente un tiempo promedio de 29,5 días.
    Cualquier fase de la Luna, incluyendo la llena puede ocurrir en cualquier fecha del calendario, etonces:
    Si una llena cae el día primero de un mes de 28 o 29 días, no podrá ocurrir otra luna llena en ese mismo mes, pero si esto ocurre en un mes de 30 o 31 días, puede suceder una segunda luna llena en ese mismo mes (lo mismo ocurriría para cualquier fase principal, creciente, menguante, nueva).

    La segunda luna llena de algún mes, es parecida a la anterior, a la siguiente y a casi todas las demás.

    En los calendarios lunares que usan algunos pueblos, como el Islámico, el Chino, etc., el mes comienza con una luna nueva y termina poco antes de la siguiente (!solo una fase principal en cada mes!), de tal manera que a los usuarios nunca les pasa por la mente una luna azul.

    Llamarla “azul” es desde luego poesía, que algunas veces habrá que explicar, por eso yo prefiero no llamarla así.

    A propósito me gusta leer poesía y de vez en cuando escribo alguna para mí, pero hace unos días alguien me dijo que realmente había visto a la Luna de ese color, desde luego respeto su informe.

    La superficie lunar, vista de cerquita, es de un color gris algo oscuro (http://astronomia10norte.blogspot.com/2015/08/transito-de-la-luna-traves-de-la-tierra.html) y la vemos por luz reflejada del Sol, con varias tonalidades de gris. Excepto durante la etapa total de un eclipse lunar, en el cual es iluminada principalmente por la componente roja del espectro solar.
     

  • Blood moon
    Preferí NO usar el término que usan los divulgadores “agringados”, eso me consuela un poco al no verlo ni escucharlo en español.
    Bueno, creo que la explicación está en el último párrafo sobre la luna azul.

    Todos los objetos celestes, cuando están saliendo u ocultándose por el horizonte, incluyendo el Sol, las estrellas y la Luna, participan del bello colorido de amaneceres y atardeceres.
    Este fenómeno es producido por la refracción y dispersión de la luz en las capas bajas y más densas de la atmósfera, que desvía bastante la componente de menor longitud de onda (azul) y muy poco la de mayor longitud de onda (rojo).

    Durante un eclipse total de Luna, mientras más centrado en la umbra de la Tierra sea su cruce, la coloración roja oscura será más notable. De nuevo esto se debe a la poca desviación de la componente roja de la luz solar, hacia la Luna llena, la cual en realidad nunca queda a oscuras, siempre estará algo iluminada.

Referencias adicionales:

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