Con el estudio vino el primer círculo máximo, la eclíptica como la trayectoria del Sol vista desde la Tierra y aprendimos que había una banda de unos 20 grados a ambos lados de dicho círculo, donde los planetas por ser también formados de la nebulosa que originó el sistema, se pueden observar. Sólo dentro de esa banda imaginaria en la esfera celeste, pero no en otras regiones, por ejemplo no en la banda de estrellas de la galaxia, excepto cuando ambas se superponen, por ahora cerca de ambos solsticios.
Luego aprendimos las doce constelaciones zodiacales (¡o las trece de la eclíptica, porque es un hecho que ésta pasa por Ofiuco!), aunque quienes hacen horóscopos generalmente no lo tomen en cuenta, por simples razones históricas, o de estabilidad y facilidad de repetición de sus creencias.
Los límites de las 88 constelaciones de la esfera celeste fueron definidos y publicados por Eugène Joseph Delporte en 1930 bajo los lineamientos de la Unión Astronómica Internacional (UAI), que había sido fundada en 1919. Los bordes de estos límites se basan en la esfera celeste, son paralelos al Ecuador celeste, o paralelos a los círculos horarios, esto es, siguiendo líneas de ascensión recta y de declinación.
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| 26 de enero 2014; 5:00. |
Si ha visitado mi blog Almanaque Astronómico (se publica cada mes),
posiblemente habrá encontrado en alguna ocasión, que la Luna y algún planeta,
especialmente Venus, no tiene como telón de fondo, por unos pocos días, las
constelaciones zodiacales que nos son familiares. Esto se debe principalmente a
la inclinación de la órbita respecto a la eclíptica.
Bueno, eso va a ocurrir este mes, entre los días 25 y 30, pues Venus
estará en la constelación Scutum (Escudo).
Escudo es una de las constelaciones de menor superficie
(solo 109 grados cuadrados).
Está en el hemisferio sur, cerca del ecuador
celeste, digamos que debajo del Águila y de
la Cola de la Serpiente que
tiene firmemente agarrada Ofiuco
con sus manos, y queda además encima de Sagitario.
No tiene estrellas de primera magnitud; α Scuti (Ionnina) tiene magnitud 3,85. Pero hay dos Objetos Messier
interesantes, ambos son cúmulos abiertos (tipo Pléyades); M26 y M11 (El Pato Salvaje), de magnitud visual 6,3 es un magnífico blanco
para binoculares.
Así que a finales de mes aprovecharé que Venus me está señalando la
posición del Escudo, saliendo por el Este-Noreste al amanecer y observaré además en los meses
que siguen para detallar la constelación con más cuidado, a medida que sale -una hora más
temprano cada quince días-.
Venus ha hecho breves incursiones en constelaciones no zodiacales; en el
2007 en Sextante y en la Hidra, pero una
como esta en Escudo no ha ocurrido desde la antigüedad.
M11 en Escudo.
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