Hay
fenómenos en la naturaleza que duran un instante, aunque no podamos distinguir
fácilmente, con certeza cuando ocurren y, nos parece que tienen una duración un
poco más extendida, lo cual en realidad no es tan grave, al menos en una
conversación casual.
https://dle.rae.es/momento
https://dle.rae.es/instante?m=form
https://dle.rae.es/intervalo?m=form
https://dle.rae.es/etapa?m=form
Uno
de esos eventos es el momento de la Luna llena (en realidad de cualquiera
de las 4 fases principales), entendiendo por esto el “instante preciso” de su
culminación o clímax.
La
Luna llena,
tiene fecha, hora, minuto y segundo.
Ocurre
en el momento o instante en que la diferencia de la longitud eclíptica entre la
Luna y el Sol (respecto a la Tierra) es 180 grados. Entonces, la Luna está del otro lado de la Tierra, pero no siempre
geométricamente opuesta al Sol, de lo contrario habrá eclipses lunares cada
mes.
Lo
mismo se puede decir de la culminación de las otras fases lunares, -son
instantes-, cuando la longitud eclíptica de la luna es 90 grados (cuarto creciente) y 270 grados (cuarto menguante). Evidenteente , cuando el valor es cero grados tendremos luna nueva.
Una
analogía que uso para explicar la luna llena hace uso de su recuerdo de esperar
olas en la playa: Viene la ola y el nivel del agua y la emoción va creciendo,
hasta el punto máximo
-cuando nos alcanza-, pero inmediatamente comienza a
decrecer, y podría llegar a “cero” si
estamos algo afuera, lo cual sería como una “luna nueva” y el ciclo se repite
una y otra vez, aunque con una periodicidad menos regular que las lunaciones.
Ahora entre cada una de las culminaciones de las cuatro fases principales hay etapas (o intervalos),
que las podemos distinguir más claramente por la disminución o el aumento de la
iluminación de la cara cercana de la Luna. Sabemos que su duración en promedio
es la cuarta parte de 29,5 días.
Otros
dos momentos (o instantes) lo constituyen el orto y el ocaso del Sol, definidos como la hora, minuto y segundo cuando el limbo superior del disco
solar está justamente en el horizonte (¡del observador!)
Pero no se preocupe, no quiero echar a perder los bellos amaneceres y
atardeceres que usted disfruta durante unos 30 segundos, más todo el
crepúsculo matutino y vespertino, con los celajes de colores producido por la
refracción atmosférica.
Pero tenga cuidado; si durante una mañana nublada, no ha podido ver el Sol y a
eso de 6:15 las nubes se retiran y lo observa, claro que no hay problemas si dice
“salió el Sol”, -hasta tiene un significado poético-, pero no le puede
asignar el significado de orto.
Mañana
y tarde son intervalos de tiempo, entre el orto y el ocaso de un día
particular.
Pero
definidamente “mediodía” no.
No
es correcto decir: “son las 12 y 15 del mediodía”, como he escuchado a veces en
un noticiero de la televisión local, que se transmite a partir del mediodía, curiosamente no en los otros canales, ni en el aludido cuando hay otro presentador.
El
mediodía es el momento, cuando el Sol cruza el meridiano local del
observador. Este es el mediodía solar local, que no siempre ocurre a las doce de su reloj, particularmente en Costa Rica, porque no estamos en la
longitud de 90 grados en el huso horario que nos corresponde.
Como no podemos estar mirando el Sol (-no lo haga sin protección-), entonces
usamos relojes ajustados a la hora oficial del país. Cuando nuestro
reloj marca las 12:00, ese y solo ese momento es el mediodía (¡al menos el instante oficial promedio!).
Antes de
las doce aún no es mediodía y después de las doce ya pasó el mediodía.
¡Serán
quizás las 12:05!, o algo parecido. Decir la hora de esta manera es hasta más
económico en cuanto al lenguaje y no conlleva ambigüedad. Ahora bien, si quiere
diga “de la tarde” pero esto no agrega nada para aclarar el significado, generalmente --decir menos, es más--.
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Cerca del ocaso del Sol. Playa Bahía de los Piratas. 26/07/2022; 17:57.
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Quienes
estudian astronomía, profesionales o aficionados (como yo), preferimos usar el
sistema de 0 a 24 horas, así cuando se pronostica que un eclipse, por ejemplo,
ocurrirá a las 18:15, no tenemos que estar agregando a.m. o p.m., si lo anunciamos para las seis y quince.
Desde
luego la medianoche ocurre en el momento en que el Sol está completamente
al otro lado de la Tierra, respecto a donde estamos, o si lo prefiere, cuando
su reloj marca 00:00.
Por convenio, para toda la Tierra este es el fin y el inicio del día.
No hay
“12 y 10 de la medianoche”. Quizás puede agregar -de la madrugada-, pero lo más
correcto es 00:10 (¡de un nuevo día!)
El
fin de año (e inicio del que sigue) es también un momento,
tanto así que tradicionalmente se festeja con una cuenta regresiva. Mientras el
conteo va por 5, 6, etc.… es año viejo y cuando llegamos a 10 es año
nuevo, ¡que, a pesar de ser muy joven, comienza inmediatamente a envejecer.
¿Sabía
que no existe año cero?
Por conveniencia y simplicidad matemática antes de la fecha, hora, minuto y
segundo del inicio de la “era común” (a.e.c) el año es negativo (-1), e
inmediatamente después el año es positivo (+1), “después de la era común”.(d.e.c).
Es
por ese motivo que debemos esperar hasta el último segundo del año 2100 para celebrar
el inicio del siglo 22. Digo si no queremos cometer el mismo error que en el
año 1999 y 2000) que celebramos -en falso-, hasta dos veces. Pero bueno, el comercio, la
política y… son muy poderosos y, "quién quita un quite".
El
“perigeo” y el “apogeo” lunar son también momentos
en la posición del satélite de este planeta alrededor del centro de masa del
sistema Tierra-Luna; cuando esta está más cercana y más lejana, respectivamente.
Quizás hasta tenga más influencia sobre el crecimiento de las plantas, que "crecientes, llenas y menguantes" ().
El “perihelio” y el “afelio”
de la Tierra son otros dos momentos más espaciados que los dos anteriores. La naturaleza los percibe mucho mejor que como lo hacen los seres vivos,
especialmente los humanos, ya que involucran conceptos astronómicos y
geométricos, poco evidentes para nosotros.
Lo
mismo se puede decir de “equinoccios” y “solsticios”,
que tienen una definición más o menos precisa y constituyen momentos, que
determinan el inicio oficial de la primavera, verano, otoño e invierno, por lo
menos para astrónomos y meteorólogos.
El
clima en sí, o más propiamente el “tiempo”
en el lugar donde usted vive es muchísimo más complejo, consulte al IMN.
Me
llama la atención el manejo de los conceptos relacionados con las estaciones,
que supuestamente son para todo un hemisferio de la Tierra, no solo para la región donde son más acentuadas.
Verano e invierno a como se usan en Costa Rica tienen cierta idiosincrasia.
¿Será igual en el resto de América Central? Si usted amigo lector que vive en los
países vecinos, lo sabe, ¿me haría el favor de sacarme de la duda?
Porque recuerdo haber visto a mediados de setiembre, un anuncio en una
tienda de departamentos en Juchitán, México,
que decía -Gran liquidación de ropa de verano-.
Y Guatemala siempre se a anunciado para
los turistas como "El
país de la eterna primavera".
Sin
embargo, no recuerdo haber visto primavera u otoño en periódicos costarricenses.
Bueno, quizás si para un evento político que sucedió en los países árabes hace
algunos años, o para referirse a la condición de edad de un adulto mayor,
curioso verdad.
Tómelo como un mal chiste, cuando usé primavera hace unos días,
creo que un amigo pensó que me refería a la hija de mi tía Verana Morales.
Dos
curiosidades más en mi país: el sábado de la tormenta tropical Bonnie, durante
dos horas que dejó de llover, alguien en la calle me dijo -qué bueno que se
averanó-.
Ayer recibí un correo promocional
de reservaciones de hotel, que decía -Al fin llegó el verano, aproveche-.
¡Pero
el verano comenzó desde el 21 de junio!, estamos commo la mitad de su período de influencia.
¿Sabía
usted que, en verano (junio a setiembre), el Sol está más alto en el cielo (en promedio)?
Entonces, hay más insolación, mayor evaporación de agua de mares, lagos, ríos y del follje, seguro mayor formación de nubes
y quizás es cuando más llueve
Pero esto es solo un razonamiento simplista, la meteorología para una región pequeña, como en Costa Rica, es
mucho más compleja, mejor consulte a su especialista en este campo.
Y
para terminar con noticias; la ola de calor intenso en Inglaterra, que derrite
el asfalto de las pistas de aterrizaje, por la fecha y el efecto acumulado del
verano a la mitad de la estación, podría ser parecido a lo que inspiró a Shakespeare para
escribir la comedia: A Midsummer
Night's Dream, con
el título mal traducido al español (Sueño de una noche de verano).