El Lunático
Lilia Uribe López
En una escuela de Guanacaste, Costa Rica.
—Hola, Lunático, ¿qué haces? —le dice Miguel a Ariel, ambos estudiantes de quinto grado.
—Como ves, diseño una nave espacial
—responde Ariel, concentrado en su dibujo.
—¿Y para qué?
—Ya te conté antes… vengo de un exoplaneta, y mis padres vendrán por mí algún día.
—Sí, y por eso te dicen Lunático —dice Miguel, riendo—. Pero bueno, al menos ya solo me
lo dices a mí.
—Es que tú no te burlas… aunque tampoco me crees —suspira Ariel—. La nave es porque
mis padres no pueden aterrizar en la Tierra. Si su nave aparece aquí, la gente podría
asustarse o incluso atacarlos. Por eso me recogerán en la cara oculta de la Luna.
—¿Y cómo harás para llegar hasta allá? —pregunta Miguel, intrigado.
—Ellos me guían —explica Ariel—. La tengo que construir de grafeno, un material super
resistente, ligero y flexible. Por ahora será pequeña, para no llamar la atención, pero luego
se expandirá con una sustancia especial.
—¿Ellos te hablan?
—Sí… en los sueños.
—Ahhh… —Miguel lo mira con escepticismo, pero no puede evitar la curiosidad—. ¿Y cómo
es tu planeta?
—Es Kepler-442b —responde Ariel, con una sonrisa lejana—. Está a 1.206 años luz de laTierra, en la constelación Lyra. Es un poco más grande que tu planeta, pero recibe casi la misma cantidad de luz que la Tierra del Sol, porque su estrella, Kepler-442, es más fría y rojiza. Tarda 112 días en darle una vuelta.
—¿Y lo conoces?
—Tengo algunos recuerdos… vine cuando tenía cuatro años terrestres.
—Al menos has aprendido astronomía —dice Miguel, impresionado.
—Sí, y también física, química, matemáticas… necesito saberlo todo para volver.
Un año después, al regresar de vacaciones…
—Profesor, ¿y Ariel Kepler? ¿Lo cambiaron de aula? —pregunta Miguel.
—No —responde el maestro, con voz grave—. No se matriculó. Llamamos al orfanato
donde vivía, y nos dijeron que desde la mañana del 5 de enero, salió a dar un paseo y no
regresó. La policía lo buscó por todo el país, pero no lo encontraron.
Miguel mira por la ventana, hacia el cielo.
—Dijeron que se despidió de todos, feliz… pero nadie le hizo caso porque siempre hablaba
de cosas raras.
—Ojalá esté bien —susurra Miguel.
Esa misma noche, camino a la Luna, una pequeña nave de grafeno se expande bajo la
tenue luz de las estrellas.
Y en algún lugar del cosmos, Kepler-442b espera.
Brito el cometa gruñón que aprendió a sonreír
Norma Leiva
por "copilot" |
Todos los cometas orbitaban juguetones tratando de alcanzarse, pero nunca podían por más que variaran su movimiento de traslación y rotación, sus orbitan no cambiaban, pero ese era el juego y así se divertían.
Pues resulta que como Brito no se parecía a los otros cometas que eran todos deroca sólida y materiales compactos y gaseosos como el nitrógeno, hierro, tungsteno o iridio, y de colores rojo, terracota, gris, azul, negro, se reían de él. Eso lo había vuelto un poquito gruñón porque nadie lo entendía y no querían jugar con él, y tampoco sabía de qué sustancias estaba hecho y qué podría hacer.
Pero resulta que Brito tenía una atmósfera acuosa y transparente de colores verde turquesa, rosado, amarillo y morado porque sus materiales eran el marquenecianito y la printiniciania, materiales desconocidos.
Y en un año luz aprendió que cuando hacía un terremotito, cambiaba su eje 2 grados, y entonces brillaba, y todos los que estaban alrededor cuando lo veían, inmediatamente se volvían más cálidos, y sonreían. Y también se dio cuenta que podría ir a cualquier parte del espacio, porque podía cambiar su gravedad, se volvió un cometa con una gran estela de gases chispeantes y de colores brillantes y hacía felices a todos, y todos querían ser sus amigos y así Brito aprendió a sonreír.
El Hormiguero del Espacio
Grace Taylor Allen
Muy, muy lejos, más allá de la Luna y las estrellas, existe un hormiguero gigante...
¡pero no es un hormiguero normal! Es el Universo, un lugar donde todo se mueve y trabaja, igual que un grupo de hormigas ocupadas.
(copilot) |
Las galaxias son túneles largos donde las estrellas caminan brillando, como si llevaran linternas. Los planetas son montoncitos dentro del hormiguero, cada uno con su propia historia.
En medio de todo, la reina del hormiguero, la gravedad, mantiene el orden para que las cosas no choquen ni se desordenen.
Las nebulosas, esas nubes de colores flotando por ahí, son talleres donde se crean nuevas estrellas bebés, listas para comenzar su trabajo cósmico.
Desde lejos, todo parece un lío, con lucecitas parpadeando y caminos que se cruzan. Pero si miras bien, verás que cada cosa tiene su tarea especial, como en un hormiguero real, donde
todas las hormigas hacen su parte.
Y así, el universo sigue funcionando, con estrellas, planetas y galaxias trabajan juntos para que el espacio nunca deje de brillar.
El enanito saltarín
Marlen Suárez Aguirre
Quién pudiera imaginar que en éstos tiempo pueda existir un enanito que vive en la selva de mármol soñando con alcanzar las estrellas, tocarlas o sentirlas con sus pequeñas manos de piel gruesa y agrietadas (sospecho que juega con el cemento construyendo casitas para los gigantes). Tiene ojos saltones y chispeantes. Su nombre es Canducho, Me río porque ese nombre según me contó mi abuelita, significa “mentiroso”.
Aunque vive rodeado de cemento, su sueño es que algún día, no sé cuándo ni cómo se convierta en selva virgen esta capital. Es conocido por ser alegre y por andar dando saltos y saltos más que ningún otro de su tamaño.
Un viernes por la noche, cuando salió del trabajo decidió no volver a soñar desde abajo y fue cuando se le ocurrió la idea de ir cada domingo por la noche a soñar más alto. Me contaron sus vecinos que se sube al edificio más alto de Costa Rica (tuve que guglear para saber de qué se trata: resulta que es un edificio llamado Leumi Business Center, con una altura de 141 metros, ubicado en la Avenida Las Américas, en Sabana Norte, San José. Dicen que tiene 38 pisos y fue inaugurado en 2021. Según Canducho las estrellas y el universo se ven mejor, yo no sé de esas cosas.
Es un enanito terco, muchos amigos le han palabreado que las estrellas no se pueden alcanzar ni palpar, porque todo lo que hay en el universo es muy lejano y libre. Solamente con la mirada, es como un amor platónico:
“En el reino del universo las encontré,
Donde la belleza es eterna y verdadera,
Mi alma es una chispa divina, aún en esta era
Cuando las contemplo, siempre aquí estaré”.
El hombrecito una noche estrellada de domingo se quedó dormido en la parte de dicho edificio que casi toca el cielo, las estrellas al mirarlo en su afán de tocarlas y al verlo con una sonrisa de oreja a oreja, comenzaron a brillar, brillar y brillar. Eran tantos los destellos que parecía que eran las doce medio día en todo el país; claro esto solamente existió en el sueño del enanito saltarín.
Para no cansarlos con el cuento, él cuenta que hasta besó una estrella esa noche.
Logré una entrevista con un Taygetano
Luis Diego Barahona B.
En uno de estos días le pedí ayuda a mi hijo Jonathan con su jardinero. Me dijo que era excelente, pero me hizo una interesante observación: el tipo es reservado, distinto a los demás, con alta escolaridad, no típica de alguien que porte una cutacha en su cincho – agregó. “Sin embargo luego de muchos años de ayudarme, un día me reveló un gran secreto, él no es de aquí.” Concluyó- A qué te refieres? Lo increpé.
Habla que viene del sistema de Taygeta¡ Tay qué? Pregunté.
Luego de una pequeña búsqueda, mis ojos se iluminaron. Jonathan, yo quisiera hablar con él¡- Le dije. Le convencí para que lo llamara y de forma furtiva escuché la conversación.
Taygeta es una de las 7 estrellas luminosas de las Siete Cabritas, Constelación de Pléyades
Así que Jonathan lo llamó: “Aló”, Contesta¡ Jonathan lo aborda, comentándole que había visto por los cerros del sur del Valle Central, una luz intermitente que giraba hacia adelante y en retroceso, nada usual para nuestra tecnología.
En respuesta el “jardinero” aborda las razones y los planes que tienen para nuestro planeta. No se los comento porque esta es una historia breve. Me centro a reproducir lo que nos comenta de sus orígenes, cómo llegaron desde su “homeland” y cómo es su mundo. “Cuénteme un poco de su historia, de dónde viene y cómo llegaron aquí”. Jonathan le pregunta.
Conforme la conversación transcurría, yo tomaba notas para luego consultarle a mi amigo copilot quien me ubicó muy adecuadamente en el contexto. Lo hice varias veces iniciando con esta referencia: “Las Pléyades, también conocidas como las Siete Hermanas o las Siete Cabrillas, son un cúmulo estelar abierto llamado técnicamente M45, ubicado a unos 440 años luz de la Tierra en la constelación Taurus. Aunque se les llama “siete”, el cúmulo contiene más de mil estrellas. Las más brillantes son azules y jóvenes, y están rodeadas por una nebulosa de reflexión que les da un tono azul brillante. Algunas estrellas principales: Las más visibles a simple vista son Alcyone, Maia, Electra, Merope, Taygeta, Celaeno y Asterope. También están Atlas y Pleione, los padres mitológicos de las hermanas.
“Vengo de aquella cúmulo que desde siempre ha sido conocida por ustedes como
las Pléyades o Siete Cabritas. Venimos de un sistema planetario alrededor de la Estrella llamada graciosamente Taygeta.”
¿Cómo se llama en su idioma?, le pregunta mi hijo. Nos responde de forma ininteligible, (de hecho me tuve que contener la risa, me hubiera escuchado).
Vuelve al castellano y dice: Nuestro planeta, lindo, hermoso, con una atmósfera que se
transforma y retuerce entre el rosado y el violeta, para aterrizar en espléndidos atardeceres azulados con parches multicolores. Lo hemos bautizado en su lengua castellana (se refiere al planeta) como “Chivita”.
“ Es un planeta grande, antes gaseoso, ahora bastante sólido pero por la combinación y distancia con una estrella de proporciones gigantes, hace que la gravedad sea similar a la de la Tierra”. (No puedo dar veracidad de los cálculos físicos para llegar a esta conclusión).
Reitera: “Grande, bello, de un cielo de tono rosado, con un desarrollo biológico semejante al de la tierra”. Por qué? le preguntó Jonathan.
¿Por qué iba a ser distinto? Replicó. “¿El Dios es uno solo y las leyes de la naturaleza, el
espacio y el universo son constantes o no? Solo las poblaciones se combinan.” Concluyó
diciendo.
De hecho- hizo la observación, no has notado que ustedes los seres humanos no calzan
exactamente en este planeta. Luego de huracanes, tormentas, terremotos, etc., la vida continúa para todos, excepto para ustedes¡ De repente dejó eso de lado.
Si tienen un planeta tan bello, ¿qué los hace andar por otros rumbos (mundos quiso decir)
Pregunta mi hijo. ¿Acaso ustedes no hacen lo mismo? Replicó. ¿Cómo viajan en el tiempo? Le insiste.
Responde asertivamente: “Ya saben de la curvatura entre el espacio y el tiempo. Genera los “agujeros de gusano”.
Personalmente me pareció que nos estaba tomando el pelo, porque esto se refiere a una cabrita pequeña, pero en fin, dejé que la conversación fluyera, tenía mucha más información que recopilar.
Volviendo a los agujeros de gusano nos dice que “Nos iniciamos en su investigación hace
bastantes años luz (esto visto desde la Tierra) hasta que descubrimos uno en la nebulosa
que envuelve de un azul perlado nuestra constelación, Einstein no estaba tan equivocado,
nos comentó.
¿Einstein era coterráneo de ustedes?, le pregunta mi hijo. No exactamente, no solo nosotros existimos, no solo nosotros conocemos los agujeros de gusano. Debe ser fascinante viajar a través de ellos?
Más fascinante si tus controles fallan, jaja agregó. Bueno es un viaje exquisito, es como un caleidoscopio, lleno de colores y texturas, giran y rotan a velocidades vertiginosas, como la confluencia de dos grandes océanos, que no se mezclan, subsisten, conocen sus fronteras
pero no se contaminan. Es un viaje estrepitoso, pero inolvidable, como ir en eso que ustedes llaman Montaña Rusa, pero dentro de una nave plagada de sistemas, luces y tecnología, con millones de cálculos matemáticos, computadores biológicos resolviendo ecuaciones basadas en leyes de la física.
A propósito de ello, nuestros avances por ejemplo han evitado algunos errores de cálculo que les impiden a ustedes seguir creciendo en la dirección correcta¡- Por ejemplo? Consulta temeroso Jonathan.- Por ejemplo, contesta, la generalización de que la gravedad tiene el valor G con elevaciones al cuadrado y el valor r, la distancia entre dos objetos igualmente elevados al cuadrado. No creen ustedes que en lugar de estar elevados al cuadrado, eso sea más bien elevados al 1.8 o bien 2.017 ? 4
Muy profundo le contestó mi hijo 5
Esta fórmula describe cómo todos los objetos con masa se atraen mutuamente, sin importar cuán lejos estén—¡desde una manzana cayendo del árbol hasta la danza orbital de planetas y estrellas!
Jaja, se le escucha entre risas. -Bueno, creo que ya lo dejo¡ Solo dos preguntas más. Insistió mi hijo. Adelanté. Replicó
¿Me puedes dar más detalles de las Pléyades?
Son un conjunto hermoso de estrellas, -responde- embellecidas por la nebulosa que nos da este tono azulado inconfundible según te decía. Es un conjunto joven, pero muy estable, fecundo para la vida.
Continúa. - Nuestro planeta de tres estaciones, con temperaturas muy agradables, los extremos nos llevan a los sólidos y los gases, hemos aprendido a vivir con ellos. Tenemos
especies intermedias entre las plantas y los animales- algo así como plantas caminantes- interrumpió Jonathan- Jaja algo así. Son seres con coeficientes altos, han evolucionado enesa dirección. Nosotros somos de sangre caliente, y a pesar de nuestros avances tecnológicos capaces de modificar el genoma, nos regimos por serias reglas “de carácter legal”, como dirían ustedes, que impiden la manipulación de nuestra estructura cromosomática, concluye: “Sin embargo, y sin ánimo de asustarte, podemos disfrazar nuestra apariencia.” Me aterrorizaría saber cómo lucen de verdad, pensé.
Ah, eso me lleva a la siguiente pregunta¡ Retoma Jonathan. ¿Cómo hizo para ser “costarricense”?
Jaja. - Risas de nuevo.- Creo que si podemos viajar en el tiempo, podemos eludir los extremo rigurosos controles del Registro Civil de tu país¡¡ Nos cuelga el teléfono.¡
Creo que aquí termino. No sé, parece como si hubiera sido un sueño, pero no. No puedo compartirles el nombre y número de cédula por razones obvias… confidencialidad más que comprensible.
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